Felices de los que no desean nada, ya que nunca sufrirán decepciones.
En reiteradas ocasiones, surge en mi la rabia e impotencia cuando las cosas no salen como las pensé, imaginé o programé, ésta se traduce en una gran decepción porque en el proceso se saltó u omitió un paso.. Esto va generando en mi una especie de "reseteo" emocional y espiritual, a veces ni las herramientas manejadas o aprendidas son suficientes, sobrepasa todo eso, es como una especie de tsunami, acabar con todo... tremenda decepción..
Se convierte en una decepción interna más que externa, el no permitirme sanar, no avanzo, huyo a mi cueva.. No hacer nada.. solo respirar y poquito.. Es como sentarse a la orilla de una azotea y decidir.
Cuando el tsunami pasa, quedo devastada interna y espiritualmente, entonces empieza un proceso regenerativo, pero ya nada será igual, quedan huellas.. sólo el amor y la armonía lograrán ese centro espiritual una vez más...
El que no desea nada no sufre decepciones, pero tampoco satisfacciones. Y la gran satisfacción será superar todo eso.. Ver hacia atrás y obtener el aprendizaje... SIGUE, AVANZA, NO TE QUEDES.. ADELANTE.. QUE SI PUEDES... Hay seres especiales ayudandote a seguir..
