El entusiasmo es seguido por la decepción e incluso depresión, y luego de renovado entusiasmo.
(Murray Gell Mann)
Lo primero que debemos hacer es el aceptar en toda su realidad y con toda frialdad posible, que si tu sentimiento no es correspondido, sin lugar a dudas es porque la otra persona, no lo siente igual que tu. NO ES CULPA DE LA OTRA PERSONA, pues el amor es algo que escapa a nuestra decisión.
Entonces comienza un proceso de muerte lenta del amor, a través de las decepciones, de ese dar a manos llenas sin esperar nada a cambio, entregar sin condiciones, amar, sentir, compartir momentos o tantas cosas a la vez, reir, llorar juntos, planear, soñar y tantas cosas que esperabas y por cualquier razón un día no sigue la misma fluidez que traía y no comprendes... ¿que paso?
Buscas, esperas, pacientemente, pero nada ocurre.. No hay explicaciones, hay muchos cambios, interrogantes, aumenta el dolor, conlleva la decepción.. Una vez más..
Hay que empezar hacer un trabajo a fondo, de conexión, conectarse con tu ser y revisar para corregir, dicen algunas personas que lo que no gusta de los demás son reflejos de nosotros mismos.
Esto puede suceder con amigos, hijos, pareja, familia o todo tu entorno.. y cuando la decepción te arropa da una sensación de huir, olvidar, porque sacas cuentas en negativo y olvidamos todo lo lindo que vivimos al lado de ese ser que un día nos hizo reir, secar las lagrimas, compartir alegrías o éxitos, ayudó en momentos difíciles...
Pero adelante, la vida sigue, no hay que detenerse allí, ni darle poder a los demás.. Son aprendizajes y como tal hay que asumirlos.. NO TE DETENGAS. Hay que ser feliz con uno mismo.. Los demás se lo pierden.
